Trucos para Limpiar Alfombras

Aca los mejores consejos y productos para la limpieza de tus alfombras

Cómo limpiar las alfombras en casa: ¡Es muy fácil!

Cómo limpiar las alfombras en casa: ¡Es muy fácil!

Te explicamos cómo limpiar las manchas más difíciles de las alfombras y moquetas en casa. ¿Nuestro secreto? Utilizamos amoniaco, un excelente y económico quitamanchas.

Pero no solo eso, también te explicamos cómo limpiar estos tejidos con vinagre blanco, bicarbonato de sodio y con otros productos que tienes en casa. ¡Apunta bien los siguientes trucos de limpieza!

Las alfombras, grandes o pequeñas, de lana, vinilo, nylon, polipropileno o pelo, requieren de muchos cuidados y de una limpieza frecuente para mantenerse en perfecto estado y sin ningún tipo de mal olor.

Además, dependiendo de su tamaño y grado de suciedad, puedes lavarlas en la lavadora o limpiarlas en seco, es decir, quitando la suciedad de las manchas según vayan apareciendo.

Para su limpieza puedes recurrir a productos como el amoniaco (el más conocido), sal de mesa, lavavajillas o jabón de platos, el vinagre blanco (nuestro limpiador ecológico favorito) y, si son alfombras de un color claro o blanco, con bicarbonato de sodio, lejía y limón. Veamos cómo se hace en cada caso.

1. Con amoniaco

Para limpiar las alfombras o manchas con amoniaco, necesitarás:

  • 1. Amoniaco líquido. Tú puedes optar por cualquier marca de supermercado. Para esta limpieza usa siempre guantes de goma largos y hazlo en un espacio abierto, es decir, donde haya corriente, puesto que el amoniaco desprende unos vapores muy fuertes.
  • 2. Paño o cepillo de cerdas suaves. Si son manchas en alfombras de lana o pelo, usa un trapo que no suelte pelusas. En cualquier otra alfombra, puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves.
  • 3. Agua fría o tibia.

Tras tener a mano todos los materiales, diluye en un recipiente un tapón de amoniaco líquido más 1/4 de agua tibia más un chorrito de jabón de platos. Después, solo tienes que seguir estos pasos:

1. Pasa la aspiradora

El primer paso para limpiar cualquier alfombra es aspirarla a fondo. Con el aspirado se eliminan los restos de migas, pelos, polvo y pequeños papeles, además de otros residuos que se van acumulando en las alfombras. Eso sí, procura también limpiar el suelo donde se ubica la alfombra.

2. Localiza y limpia la mancha

Lo más habitual es localizar manchas de comida, bebida o incluso manchas de orina (si tienes mascotas). Es muy aconsejable limpiar la mancha en seguida, pues sino se adhiere más a las fibras y es más complicado de limpiar.

Alfombras grandes

Ahora bien, para limpiar las manchas en alfombras grandes, primero empapa el paño con la mezcla de amoniaco y agua, y frota sobre la mancha de forma enérgica. Verás, casi de inmediato, cómo la fórmula va disolviendo la mancha. Y, si tiene mal olor, también lo va quitando.

El amoniaco líquido es uno de los mejores para la limpieza de alfombras, tapicerías u otros. ¿Lo mejor? Su costo económico. Puedes adquirirlo en cualquier droguería, supermercado e incluso por Internet.

Cómo quitar manchas de las alfombras con amoniaco

Alfombras pequeñas

Si son alfombras pequeñas y finas, después de haberlas aspirado, sumérgelas con agua tibia y amoniaco líquido. Después de introducir la alfombra en el cubo, deja que el producto actúe de 10 a 20 minutos. Si ves que puedes frotar las manchas, ponte los guantes para evitar que el amoniaco irrite tu piel. A partir de este punto tienes dos opciones:

  • 1. Introducirlas en la lavadora con un programa de lavado para tejidos delicados sin centrifugado. ¡El resultado es increíble!
  • 2. Continuar con el lavado a mano. Si optas por lavarlo a mano, frota sobre las manchas hasta que desaparezcan y enjuaga con abundante agua fría. Deja que se escurra solo en la ducha o la bañera y cuando ya no haya exceso de agua, tiéndelo en un lugar al aire libre, pero donde no le dé el sol.
  • 3. Deja que se seque al aire libre
  • Si has limpiado una alfombra grande, abre las ventanas y la puerta para que corra el aire y se vaya secando. Si son alfombras pequeñas, tiéndelos en un sitio al aire libre pero no directamente al sol.
  • Limpia la mancha y después lava la alfombra en un programa para tejidos delicados.

  • 2. Con vinagre y limón
  • El siguiente truco es mano de santo si adoras la limpieza 100% ecológica y económica. Y es que uno de los mejores limpiadores caseros se prepara con 1/4 de vinagre blanco + un chorrito de lavavajillas + el zumo 1/2 limón + 1/4 de agua caliente.
  • Cuando tengas lista esta mezcla colócala en un pulverizador y agítala bien. Después, solo tienes que pulverizar la mezcla sobre la mancha de la alfombra . Deja que el producto impregne todas las fibras y frota con un paño o trapo que no suelte pelusas. Para aclarar, basta con que pases otro paño limpio y húmedo.
  • No cubras la zona hasta que se haya secado por completo.

  • 3. Con sal de mesa o cloruro de sodio
  • Uno de los mejores trucos para eliminar el mal olor de las alfombras es echar sal de mesa por toda su superficie. La sal de mesa o cloruro de sodio es muy barata y tremendamente eficaz cumpliendo esta labor. Aparte de quitar los malos olores, también es eficaz para desinfectar la alfombra o moqueta.
  • Tras esparcir sal de mesa por toda la superficie, deja que repose de 15 a 25 minutos. Después, solo tendrás que aspirar bien y voilà. Si quieres un producto más elaborado, apunta bien la siguiente fórmula:
  • En un tarro o frasco de cristal vierte 125 g. de bórax + 250 g. de bicarbonato de sodio + 6 gotitas de aceite esencial de lavanda + 6 de aceite esencial de árbol de té + 6 gotitas de aceite esencial de menta.
  • Luego, agita la mezcla para que se integre bien y espárcela por toda la alfombra o moqueta. Si la alfombra es muy grande, puedes doblar la cantidad. Deja que el producto actúe durante al menos 20 minutos antes de aspirar a fondo y ¡listo! Tendrás una alfombra limpia, desinfectada y con un aroma muy fresco.
  • Si hay manchas, te aconsejamos que cepilles con delicadeza antes de recoger con la aspiradora los restos del limpiador.

  • 4. Con bicarbonato de sodio y vinagre blanco
  • Si tus alfombras tienen manchas de vino, comida, de orina o similares, recurre a la siguiente fórmula casera: En un pulverizador vierte 60 g. de bicarbonato de sodio + 500 ml de agua tibia + 500 ml. de vinagre blanco (nos referimos al vinagre de alcohol).
  • Cuando lo tengas, agita bien la mezcla. Notarás que se forma una especie de espuma, algo completamente normal. Después, pulveriza la mezcla en el lugar de la mancha de la alfombra y deja que actúe de 5 a 10 minutos.
  • Transcurrido el tiempo, pasa un paño húmedo para aclarar y papel de cocina para secar la mancha lo máximo posible. Cuando termines, para un secado más rápido, puedes abrir la puerta y la ventana de la estancia o colocar la alfombra en un lugar al aire libre.

  • 5. Alfombras grandes
  • Para quitar manchas de alfombras grandes también puedes recurrir al amoniaco perfumado. ¿Cómo? Haz una mezcla con agua caliente y amoniaco líquido y aplica con un paño de algodón sobre la mancha a tratar. Deja que la alfombra absorba la humedad y el producto unos minutos. Para terminar, frota con suavidad y limpia con un paño seco.
  • Si la mancha es muy profunda, seca con un papel absorbente lo máximo posible y después, aplica la solución (agua caliente y amoniaco) y frota con un cepillo.
  • El papel de cocina absorbente es un material estupendo para sacar manchas de las alfombras
  • Cómo guardar las alfombras
  • Muchas personas retiran las alfombras en primavera para que la casa esté más fresca. Si las alfombras son pequeñas, ponlas estiradas y envuélvelas en papel de embalar, esto las protegerá del polvo durante el verano. Si las alfombras son grandes, enróllalas con el pelo hacia dentro y sujétalas por fuera con cinta adhesiva.
  • A continuación, guárdalas en posición horizontal para evitar que se deformen en un lugar libre de humedades y bien ventilado para evitar que adquiera malos olores.
  • Por último, protégelas de las polillas haciendo unos saquitos de lavanda y hojas de romero. Y no olvides darle una vuelta a la organización de tu casa para que respire y se revitalice.